La demostración de
Por Armando Fernández
La realidad en Colombia que se ha empeñado en superar la terrible profecía de Kafka sobre nuestro tiempo no cesa de sorprender. Pues este país desolado, que tiene uno de los desempleos más altos del continente (2.600.000 personas), aumentado por un subempleo casi criminal (5.470.000), ha entronizado un pérfido documento llamado Pasado Judicial, que es indispensable para que acepten a cualquiera de los millones de angustiados ciudadanos que intentan desesperadamente conseguir puesto, con el agravante de que este papel de efímero vencimiento cuesta $ 28.000, que para alguien que aspira seguramente al salario mínimo es inalcanzable, y claro, eso si logra conseguir la cita que debe solicitarse a una línea telefónica más congestionada que las líneas calientes y si además está dispuesto a sufrir las interminables filas de 6 horas en las dependencias del DAS para poder obtenerlo. Es increíble, señores Con-Fabulados, que este infame documento no se expida actualmente por Internet, y que deba pagarlo el desprotegido trabajador cuando esto debería costearlo la empresa interesada en sus servicios, que de entrada le obliga al pobre desdichado a demostrar que no ha cometido delitos, o al menos sólo el de haber nacido en este país tan hostil. ¿Por qué los legisladores no se pronuncian al respecto? ¿Por qué debemos aumentar el dinero para la guerra y los organismos de seguridad aceptando que nos violen de esa manera la presunción de inocencia? ¿A qué congresista podríamos dirigirnos para que abandere la abolición de esta interminable pesadilla?